El baño y la cocina son los dos espacios de una vivienda con mayor presencia de agua, y por lógica las habitaciones donde la picadura o rotura de tuberías y la consiguiente aparición de una humedad accidental tiene más probabilidad de producirse. No hay que olvidar que la mayor parte de la red de cañerías de abastecimiento de agua fría y caliente están ocultas en las paredes o bajo el suelo de estas estancias.
En muchas ocasiones, a causa de la gravedad, las humedades provocadas por la pérdida de agua a través de picaduras, perforaciones y grietas son detectadas en el piso de abajo.
Típica humedad accidental por picadura o rotura de conducción. |
Aún así, las averías causantes de humedades que están consideradas como más frecuentes son las roturas de los manguitos que unen el conjunto de tuberías con los distintos aparatos: lavabos, bidé, cisternas y principalmente, calentadores de agua.
Humedad en pared contigua al baño debida a salpicaduras de ducha. |
En general, las pérdidas de agua causadas por el deterioro de estas débiles conexiones se deben a: defectos de fabricación, mala instalación o montaje y, sobre todo, a la acción de la cal del agua que daña a los materiales utilizados para estas uniones.
Otra causa es el mal uso del agua por parte de los ocupantes de una vivienda. Así, por ejemplo,el suelo de este tipo de cuartos húmedos suele recibir varios fregados diarios y si estos se realizan con un exceso de agua, ésta puede llegar a infiltrarse a través de las juntas de las baldosas y penetrar en el techo del piso de abajo, dando lugar a la aparición de humedades.
La misma situación se puede producir si no se ha realizado un correcto sellado del encuentro de la bañera con las paredes (con cordón de siliciona). El agua procedente de las salpicaduras de la ducha, o la que se puede desbordar cuando se llena la bañera puede deslizarse hasta llegar al relleno del suelo y saturar de humedad el mortero.
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